UNA TRADICIÓN DEL SIGLO XVIII
Una de las tradiciones más arraigadas en nuestro hermoso y bello pueblo y que mejor se conserva y más arraigo tiene entre nosotros los fuenterrobleños es la de la ofrenda de los huevos al Santísimo Cristo del Socorro.
Esta tradición que nadie puede hablar con certeza de fechas, la historia podría datar del siglo XVIII, durante una época de penuria, en la que frecuentemente la población infantil padecía mucha hambre. La madre suplicante contempló como aparecían en la mesilla, junto a la cama del niño, varios huevos que ella no había depositado. Esta provisión pudo sanar al pequeño y fue atribuida a la imagen.
Los vecinos del pueblo recuerdan con gran cariño y devoción consiste en la ofrenda que una mujer de la localidad hizo al Santísimo Cristo del Socorro, para que salvaguardara y recuperara a su hijo de una gravísima enfermedad, la citada ofrenda consistía en todo los que poseía en aquellos momentos y tiempos remotos la mujer, que no era más que una docena de huevos.
Desde entonces y hasta nuestros días, se sigue celebrando la tan famosa y respetada ofrenda, en la que unos mayordomos —personas voluntarias del pueblo que por alguna razón habían ofrecido promesa o petición al Santísimo Cristo del Socorro, cumpliéndose esta se ofrecían a realizar las labores y tareas que conlleva la ofrenda de los huevos del Cristo— realizaban las tareas de la mencionada tradición, estos eran los encargados de recoger los huevos que cada vecino ofrecía al Santísimo Cristo del Socorro y que posteriormente con mucho cuidado y sacrificio personal tenía que cocer los huevos recolectados, teniendo que reponer aquellos que se rompían en el desarrollo de la cocción; también eran los encargados de llevar —conjuntamente con sus familiares— los huevos a la ermita, para posteriormente ser bendecidos.
En los últimos años, la tradición de los huevos del Cristo ha evolucionado con los tiempos cambiando y adaptándose a ellos, con todos estos cambios, la tradición se ha resentido y se ha perdido el verdadero sacrificio que costaba hacerla anteriormente, perdiéndose en su parte fundamental.
Una que los huevos se encuentran en la ermita del Santísimo Cristo del Socorro, se procede a la bendición y posteriormente se iniciaba una pequeña discusión entre mayordomos y vecinos de la localidad, a fin de establecer un acuerdo de los huevos que correspondían por celemín —medida utilizada antiguamente, el celemín era una unidad de medida de capacidad, equivalente a 4,625 litros y era la doceava parte de una fanega— de trigo, en esta disputa se establecía un ir y venir del interior al exterior de la ermita por parte de las personas encargadas de llevar los huevos, cuando uno de ellos canjeaba o vendía la primer docena, el precio quedaba fijado ya para todos los lugareños.
Cuando se fijaba la cantidad, se iba tomando nota de las personas que daban celemines de trigo por los huevos que se llevaba; los huevos dependían de la cantidad de docenas que se donaban. Una vez pasado el estío y las labores de la siega, acarreo, trilla, recogida de grano y paja y su posterior muelo para el ganado y para hacer pan, el mayordomo, daba comienzo a la recogida de los celemines de trigo que cada vecino había canjeado por los huevos del Cristo, pero aquí no terminaba su tarea, pues posteriormente tenia que vender el grano, una vez realizadas estas tareas —supuestamente— daba el dinero al ayuntamiento o al párroco, para que realizase obras en la ermita.
Además de los huevos del Cristo, se ofrecen otra serie de productos del pueblo o de la comarca, como son la roscas, —conocidos también como bollos maimones pero decorados— lomos, jamones, paletillas, dinero, hornazos —especie de pan relleno de embutidos—, etc.
Tan antiquísima tradición se celebra el Lunes de Pascua, por la tarde, tienen sus raíces en un antiguo relato que se refiere a un milagro que la imagen del Cristo del Socorro hizo sobre un niño enfermo después de suplicarle la madre salud para el hijo.
Desde entonces, y en agradecimiento, se celebraron una serie de actos que el pueblo persiste en guardar hasta el día de hoy.